Pasaban las cuatro de la tarde cuando la nieta de Fernando de Amaro daba la voz de alarma en el pueblo. Su abuelo había quedado atrapado por un tocón de álamo que trataba de arrancar en una parcela de La Vega.
Cuando llegó la Guardia Civil nada pudo hacer por salvar la vida del vecino, que permanecía atrapado entre las raíces del árbol. Fue necesaria la intervención de los bomberos de Iznalloz para rescatar su cuerpo sin vida.
Fernando, de 75 años, era muy querido y conocido en Huélago, donde ejercía de juez de paz. Comenta la noticia publicada en el periódico IDEAL, que su fiel perrillo permaneció junto a él durante todo el trágico suceso.
La misa por el difunto tendrá lugar el miércoles, 12 de abril, en la parroquia de Huélago.
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